Mejora tu relación

Existen muchas formas de usar la astrología, ¿por qué no para mejorar nuestras relaciones de pareja?
La astrología se ha usado desde hace miles de años. Los planetas y la influencia de sus energías no son nada nuevo.

Tu carta astral

La sinastría es la técnica que consiste en la comparación de dos cartas astrales con el fin de estudiar la relación entre dos personas, su afinidad, atracción, compatibilidad, puntos en común, puntos conflictivos, etc.

Sinastría



Existen algunos aspectos que es deseable evitar, si bien a veces no hay opción de elegir al menos conocer cuales pueden ser los puntos débiles.

Qué evitar

Conocemos a nuestra pareja, crecemos, aprendemos, incluso discutimos. Pero que genera en ti tu pareja y viceversa.

Mi pareja

Descubre más sobre la astrología, como trabajas en equipo, como se alinean los planetas en este momento para ti y en el futuro además de un sin fin de aplicaciones de la astrología para conocerte mejor.

Más sobre astrología

Existen una serie de signos que son más afines entre sí. Es un punto interesante para poder empezar a dilucidar la posible compatibilidad con una pareja

Signos compatibles

El amor

Es el que da ‘paz a los hombres, calma a los mares, silencio a los vientos, lecho y sueño a la inquietud.’ Él es el que aproxima a los hombres, y los impide ser extraños los unos a los otros; principio y lazo de toda sociedad, de toda reunión amistosa, preside a las fiestas, a los coros y a los sacrificios. Llena de dulzura y aleja la rudeza; excita la benevolencia e impide el odio. Propicio a los buenos, admirado por los sabios, agradable a los dioses, objeto de emulación para los que no lo conocen aún, tesoro precioso para los que le poseen, padre del lujo, de las delicias, del placer, de los dulces encantos, de los deseos tiernos, de las pasiones; vigila a los buenos y desprecia a los malos. En nuestras penas, en nuestros temores, en nuestros disgustos, en nuestras palabras es nuestro consejero, nuestro sostén, y nuestro salvador. En fin, es la gloria de los dioses y de los hombres, el mejor y más precioso maestro, y todo mortal debe seguirle y repetir en su honor los himnos de que él mismo se sirve, para derramar la dulzura entre los dioses y entre los hombres. A este dios, ¡oh Fedro!, consagro este discurso que ha sido ya festivo, ya serio, según me lo ha sugerido mi propio ingenio.

Platón